viernes, 2 de octubre de 2009

Esas pequeñas cosas que se extrañan

Se extraña la libertad que me daban tus pechos,
Se extraña la locura desmedida,
Se extraña la saliva, las caricias rotas y las notas
Que salían de nuestras bocas.
Se extraña el embrujo que nos arropaba, la tibiez de tu vientre,
Los espejos sombríos que nos reflejaban en la intemperie del amanecer.
Se extraña la noche, las olas del mar,
Las indecisiones que nunca llegaron a decisiones.
Se extraña tu almohada, el candor de tus labios, el roció que
Desprendía tu pelo y el elixir que tomaba directamente de tus besos.
Pero sobre todas las cosas, extraño tu silencio, extraño la paz que
Luego se convertía en guerra, extraño las sombras tras la ventana,
Extraño la aurora que te rodeaba y el amor que nos ataba.

jueves, 11 de junio de 2009

La ciudad sabe a furia

Los vidrios se rompen con los gritos pobres del amanecer,
La marea se altera con los vientos huracanados de los coches;
Que pasan por las vías de concreto, como bolas de fuego.
Se escuchan gemidos, promesas falsas de amor, la mentira
Emerge desde un pantano y la noche que tarda por venir.
Es mejor quedarse en la cama, esperando que la densa humareda pase,
Es mejor jugar a estar muerto, es mejor mantener los ojos cerrados,
Para no ser testigo de la podredumbre, de la insipiente inteligencia humana,
Del descaro de estar vivo, de manejarse por la autopista de la rutina día a día,
De besar labios fríos, que no te dan cobijo, que te atan de ambas manos y que
Luego te arrojan por el precipicio de la eterna ciudad.
No hay salida, los sueños pierden su norte, no hay una brújula que sea capaz
De hacernos retomar el curso correcto,
Todos marchamos hacia el desfiladero, hacia el final del camino y tú que no vuelves a casa,
Tu, que te escapaste del calor de mi cama, para nadar desnuda por el mar de la realidad.

jueves, 30 de abril de 2009

 
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Los domingos en Tegucigalpa

Hace algunos meses atrás se me vino la idea de escribir acerca de los domingos en Tegucigalpa.
La idea se quedó solo en idea por un buen tiempo y esta tarde me permitiré darle vida; sin importar que no sea domingo, el día es lo de menos, aunque a varios lectores les hubiera gustado que escribiera sobre los viernes o los sábados en Tegucigalpa. Tal vez hubieran preferido que escribiera sobre la vida nocturna en los principales días del fin de semana (viernes y sábado), quizás por que la mayoría de las personas toman el domingo como la antesala del lunes; el día más odiado de la semana y lo dedican para reposar o para reparar el cuerpo de las nochecitas del viernes y el sábado. Aunque conozco a varios quienes piensan que todos los días son buenos para parrandear y llevan la teoría a la praxis al pie de la letra.
Amaba los domingos en Tegucigalpa, las calles descansaban del feroz tráfico y de la contaminación que emiten buses, camiones, taxis y de esa contaminación que esta tan implícita en nuestras desesperanzas; la contaminación auditiva que dan como un bono los pitos, arrancones, frenazos, música a todo volumen y un millón de improperios a causa del horror que resulta conducirse por una ciudad maltrecha y mal parida.
Varios domingos caminé desde Tiloarque, crucé el bulevar de las Fuerzas Armadas, pasaba la Colonia Villa Española, El Alamo, hasta que caía al barrio La Granga y cogía todo el bulevar Comunidad Económica Europea, hasta llegar al barrio la Bolsa, después a las canchas del Obelisco y por fin me guiaba por la Calle Real que me llevaba al centro de la Ciudad. Ese recorrido me tomaba alguna hora y generalemnte lo emprendía como la una de la tarde, retaba al beligerante sol y algunas veces a los nubarrones que se dibujaban sobre el cielo febril de Tegucigalpa.
Las calles de la ciudad discernían sustancialmente de los demás días de la semana. Incluso en los domingos las cifras delictivas o los hechos macabros se reducían cuantiosamente, parece que ni los ladrones, secuestradores o los mismos policías delinquían o delinquían en menor escala mejor dicho, también era su día de descanso.
La Plaza Central cambiaba su imagén por completo y se pintaba con un mosaico de colores. Me encantaba mirar las empleadas domesticas; en su mayoría mujeres campesinas llegadas a la ¨gran ciudad capital¨ buscando una mejor calidad de vida, pero que a la larga lo único que encontraron fue una misería mas grande que la que tenían en sus aldeas, así que no quedó mas remedio que encerrarse en casas de familias de la escaza clase media, ya casi extinguida y que luchan por sobrevivir. Por lo menos tenían los tiempos de comida, a cambio otorgaron su libertad y el derecho sobre sus propias vidas.
Payasos, equilibristas, magos, pastores evangelicos; todos buscaban acaparar la atención de todos por igual, valga el juego de palabras y agenciarse algo de dinero, para mitigar un tanto la desagradable pobreza.
Me gustaba tomar una cerveza en el Duncan Maya y esperar la boquita que siempre venia, me gustaba almorzar una sopa marinera en la terraza de Don Pepe o una torta de jamón y queso, acompañada de una Canada Dry en Taco Mexi.
Y que decir del Estadio Nacional y sus famosas carnes asadas en el Lempira Reina.
En otra ocasión voy a profundizar en las aventuras de los partidos de futbol, ahora solo tengo presente el olor a carne asada y a frijoles fritos y del triste camino que emprendía de regreso, a través del mirador del Prado, cuando las luces de neón de la ciudad brillaban opacamente. A todo esto eran cerca de las ocho de la noche, otro domingo estaba a punto de morir y la cruda realidad del lunes por llegar.

viernes, 3 de abril de 2009

La casa presidencial de Honduras: El teatro de los sueños de Mel

La casa presidencial de Honduras, se ha convertido durante los últimos tres años en la guarida de don Manuel Zelaya, mas conocido como Mel o el presidente pueblerino, que gobierna los destinos de mas de siete millones de hondureños.
En la casa presidencial es donde Mel, empieza el proceso conceptivo de sus sueños de adolescente, tal parece que nunca superó la época de su pubertad y se ha quedado estancado en dicha etapa.
Decidí completar el titulo de esta columna; utilizando la leyenda ¨El Teatro de los Sueños¨ como se le conoce al mítico estadio de Old Trafford, casa del Manchester United y donde el equipo Inglés hace realidad sus sueños deportivos.
La casa de gobierno de Honduras, sirve para que el señor presidente de los hondureños organize sus ideas y cristalize diafanamente sus sueños.
Pues, parece que el señor presidente ha montado una obra de teatro de mala calidad, que lleva ya tres años en escena y que a pesar del repudio de los espectadores, sigue empecinado con llevar a todos los rincones su puesta de escena.
De su Teatro de los Sueños (La casa presidencial)Salió la orden a la Fuerza Aérea del país, para que el piloto mas experimentado de Honduras acompañara el presidente en un vuelo de mas de una hora en un jet f-5 de la fuerza aérea hondureña.
Ese vuelo le costó al pueblo hondureño cinco mil dolares ( Gastos de gasolina, mantemiento del avión y otros gastos)El presidente fue co-piloto del f-5 e incluso se atrevió a realizar unas piruetas en el aire, cuando regresó a tierra; A la base aérea de Palmerola, fue recibido por miembros de la fuerza aérea del país, periodistas y miembros de su gabinete de gobierno. Al bajarse del avión, alguien de su cuerpo de seguridad, mientras bajaba la escalerilla del avión le acercó su inmortal sombrero y acto seguido, cuando ya se encontraba en tierra, fue mojado por una manguera, cumpliendo un ritual para la persona que realiza el primer vuelo. Debido a la presión del agua, el sombrero salio volando, en fin creo que Mel, se sintio como Maverick, el intrepido piloto de la pelicula Top Gun y luego declaró a los medios de comunicación que siempre habia soñado con volar un jet de combate...
La semana pasada, revisando las noticias en la pagina web de El Heraldo, vi la noticia que el presidente se habia sumergido en las aguas del mar Caribe, en los Cayos Cochinos, cerca a la ciudad de La Ceiba, había buceado y estaba maravillado de la belleza marina, de los arrecifes coralinos del Caribe hondureño.
La obra sigue con la puesta en escena y se podía ver a Mel a secas como le gusta que lo llamen, enfundado en un traje de buso, a través del cual se dibujaba un abultado abdomen y desde luego, su inmortal sombrero en la cabeza y su frondoso bigote mojado por las aguas del océano Atlántico. Al igual que su vuelo abordo del f-5 un mar de comunicadores y de miembros de su gabinete se reunían detrás de la sombre de Mel.
Lo que me parece mas ridículo de todo este circo Romano, es que cuando le preguntaron si era otro de sus sueños de adolescente, contestó que si, pero que también era parte de una publicidad de parte del ministerio de turismo para dar a conocer las bellezas del país, a mi me parece que no hubiese sido mejor, hacer un vídeo con los diferentes mosaicos de colores que tenemos en el país, la raza Misquita, los Lencas y los colores de las aguas cristalinas del mar Caribe o las milenarias Ruinas de Copán.
Pienso que visualmente llama mas la atención que Mel, con todo respeto creo que cualquier cosa llama mas la atención visual que Mel.
Para no aburrir y creánme que pudiera seguir con mas ejemplos, esta semana Mel, casi atropella a un miembro de su gabinete al subirse a un camión y manejar temerariamente el camión y luego entre una sonora carcagada dijo que siempre había soñado con ser un camionero.
El día que Mel dedicó para cumplir su sueño de conocer las profundidades marinas, ocurrieron diez muertes violentas en la capital, un secuestro y los maestros anunciaban otro paro para después de semana santa.
Me alegra que le quede menos de un año en su teatro de los sueños, al menos eso espero, porque espero que su sueño mas grande de ser reelecto no se cumpla nunca.

jueves, 2 de abril de 2009

Vendo mis sueños

La tasa de papel de arroz,
se deshizo cuando el agua fría cayó sobre ella,
Los cristales de la ventana rechinaron ante las
exclamaciones que el viento arrojaba,
huraño, determinante; quizás intocable.
Puse un cartel en la misma ventana,
anunciando que vendía sueños al dos por uno,
a un módico precio.
Desde ese día estoy sentado en la misma silla,
esperando que alguien llegué a comprar un sueño.
Mientras espero,observó a mi alrededor y todo es un
conjunto vacío, una ecuación inexacta de objetos vacuos,
pueriles, que no existen, que solo viven en lo subreal.
Me temo que permaneceré por mas tiempo, esperando sentado
en la misma silla.
Nadie muestra interés en comprar sueños,
que nunca han existido, que siempre han carecido
de todo sentido.

jueves, 15 de enero de 2009

Bazares Chinos

Aquí estamos de nuevo, escribiendo en los Apuntes de Vicerin. Después de un tiempito hemos regresado a la práctica, para mantener la mente y los dedos ágiles.
Antes que todo, dejenme desearles un buen 2009 y espero que el 2008 halla sido un año fructífero en diversos contextos.
Realmente es muy difícil empezar a escribir en este blog, ahora entiendo y valoro más a los columnistas; es sumamente difícil sentarse enfrente de la computadora y articular las ideas que tengo en mi mente y plasmarlas en la pantalla. No pasa lo mismo con los relatos que escribo, donde soy dueño de mis personajes y puedo entablar un estira y encoge, que se adecue a lo que quiero. En este blog trato de apegarme a la objetividad de lo que miro y escribir pegado a la realidad, por supuesto sin pretender ser el dueño de la verdad absoluta.
Este blog fue concebido con la idea de relatar de alguna manera consecuente mis peripecias en esta aventura llamada ¨España¨ pero como he expresado anteriormente, me es muy difícil desprenderme de ese tercer ojo, que es tan irreal, apegado a las imagenes que hay detrás de los espejos. Así que el blog ha ido trasmutando, los contenidos son de un corte diverso, poesías, locuras y azares. Pero ahora voy a bordear la verdad lo más que pueda, espero salir bien librado de este juego de objetividad.
Hace cuatro meses arribamos con Shoshannah a Castellón y recuerdo muy bien que el primer día que llegamos a la ciudad, después de salir de la estación de tren, con poco equipaje (Gracias a Iberia que perdió el equipaje pesado)en compañía de Danilo y Sanne, dos almas caritativas que nos brindaron alojamiento mientras nos ubicabamos en nuestra nueva ciudad, nuestra primera visión fue la de un Bazar Chino o una Euro Store al lado de la plaza de toros. En ese instante bromeando le comente a Shoshannah, que si la luna empezara a habitarse ( Cosa que no la miro tan lejana, así como va el mundo)Los chinos montarían el primer restaurante y la primera tienda, donde se pudiera encontrar desde un clavo de acero hasta una escoba.
El día que arribamos a Castellón fue un martes de septiembre, aproximadamente a las dos de la tarde y la ciudad era una especie de pueblo fantasma, parecía que lo único que estaba abierto era el Bazar Chino. Después de recorrer unas cuantas cuadras, volvimos a mirar otro Bazar Chino, desde luego abierto. Danilo y Sanne, antes de que preguntáramos el porque todo estaba cerrado, se adelantaron a decirnos que era la hora de la siesta y que todavía varias personas se encontraban disfrutando de sus vacaciones de verano. Poco a poco que el mes de septiembre fue avanzando se fue viendo más gente en la ciudad, más tiendas y más entretenimiento, pero eso si, de dos de la tarde hasta las cinco y pico, Castellón sigue siendo un pueblo fantasma, a pesar de la crisis... Y los domingos ni hablar, parece un pueblo del viejo oeste y si tienes suerte puedes encontrarte en una esquina a John Wayne montado en su caballo. Resulta que el pasado lunes, leyendo un periódico local, encontré una noticia; la Generalitat ordena a que los Bazares Chinos o Euro Store tienen que cerrar los domingos y días festivos. La Generalitat alega que esta nueva ley es para proteger a las empresas de familias y PYMES de la comunidad Valenciana.
También la Generalitat pone sobre la mesa el argumento que las tiendas asiáticas se han convertido en competidores desleales al abrir los días domingos y festivos.
Las tiendas que no acaten la normativa se exponen a pagar una multa de 6000 Euros.
No había querido hasta ahora abordar temas complejos, como temas sociales, que pueden causar polémica, no es mi intención, solamente quiero exponer mi punto de vista de la situación. Me recuerdo de un restaurante Chino en Tegucigalpa, en la colonia Florencia, que abría las 24 horas del día y donde varias veces comí tacos chinos o wang tang fritos a los tres de la mañana, antes de regresar a mi casa, después de haber vagado por la ciudad. La verdad es que ese restaurante era una luz en la oscuridad para los trasnochadores, era el único lugar en Tegucigalpa donde se podía comer después de salir del Bar. Mi madre que siempre tiene un refrán bajo la manga, siempre dice: el que quiere azul celeste, que le cueste. El que quiere triunfar y salir adelante tiene que trabajar como es debido, nada cae del cielo y siendo realista aquí en Castellón la gente parece que odia el trabajo. Cuando voy a tomar un café, en lugar de recibir una sonrisa o un gesto de amabilidad recibo un seco QUE QUIERES. Lo curioso es que cuando vamos a un Bazar Chino, a buscar cualquier cosa para el hogar o cuando vamos a un Kebab Paquistaí a comer o a la frutería de la esquina donde un joven de la India nos atiende como príncipes, recibimos un trato de primera. Todos estos elementos tienen un denominador común: todos los establecimientos que he nombrado anteriormente son atendidos por emigrantes.
No quiero entrar en temas raciales, pero les lanzo una pregunta a todos los que lean esta columna, que como yo, hay varios que no son especialistas en temas económicos ni sociales.
¿Vivimos en una sociedad de consumo, donde cada quien es libre de comprar lo que quiera, donde solo trabajando y estudiando los seres humanos obtenemos una mejor calidad de vida? ¿Entonces porque la Generalitat Valenciana, en un ejemplo claro de egoísmo y de racismo, frenando el crecimiento de la pequeña economía de los emigrantes, cuando las tiendas de los ciudadanos valencianos están cerradas por la siesta?