martes, 14 de junio de 2011

Aunque no es el día de la madre

Hace ya más de un mes que ha pasado el día de la madre, al igual que otros tantos días designados por valla a saber quien como días especiales.
Recuerdo que desde que estaba pequeño, ningún día me puso con los nervios a flor de piel; es más, nunca me gusto la navidad y recuerdo muy bien cuando en mi décimo cumpleaños mi hermana mayor me organizó una fiesta, y resulta que el agasajado o sea el que escribe estas lineas, terminó encerrado en su cuarto rehusándose a salir a ser parte de su propia fiesta de cumpleaños.
Cuando la presión que luego se convirtió en una perenne amenaza por parte de mi hermana, no me quedó más remedio que salir a la fiesta, con una cara como que estaba asistiendo a mi propio entierro.
Así que desde aquel pequeño incidente no me volvieron a organizar alguna fiesta de cumpleaños, lo cual me resulto maravilloso.
Se preguntaran ¿Qué hacia adonde me dirijo? contando tales memorias. La verdad es que pienso que no es necesario que exista una determinada fecha o mejor dicho, un día alusivo para que el consumismo aparezca de forma desmedida para llevarse todo lo que encuentre por delante.
Hoy me decidí por escribir pensando en mi madre ( sin ser el día de las madres, valga la acotación).
Con mi madre en teoría nos separan más de treinta años, pero como me fascina tanto derribar teorías, puedo decir que esa diferencia de edad es solamente otra barrera de tiempo que ha caído.
Sí, a la pobre de mi madre no le ha quedado más remedio que hacerse mi cómplice y aunque todavía le cuesta digerir algunas diferencias que existen entre nosotros, se esfuerza al máximo para que las banderas ideológicas dejen de existir.
Por fin y después de tantas luchas centenarias, conseguimos escucharnos y entender que en la diferencia esta el sazón que le da sabor a la vida.
Mi madre, que ha aguantado el estrago de los sinsabores y que ha vencido por su propia cuenta a la maldita ignorancia; armada de fuerza de voluntad y el rugible deseo de luchar para sobrevivir en este caótico mundo, al cual me enseño a amar sin importar de que se este cayendo a pedazos.
Ahora que estoy escribiendo, con la primavera de testigo y una humeante tasa de café, vienen a mi mente tantos recuerdos vieja; viene a mi mente tu letra ornamentada, tus lecturas pausadas y tu maravilloso habito de levantar la vista cuando estas leyendo al mismo tiempo que te subes la montura de tus gafas, con una hermosa delicadeza.
También arriban a mi mente como desbocadas manadas de caballos salvajes, nuestras platicas que duraban lo que duran los sueños en convertirse en realidad.
Me acuerdo cuando te leía mis poemas o los principios de todas mis frustradas novelas. Aunque la mayoría de veces te perdías en los anagramas que este loco escribe, siempre me dabas una sonrisa y me decías que era grande, también recuerdo cuando te levantabas en la madrugada y me mirabas con dificultad y me decías que me fuera a la cama, que apagara la computadora y que no eran horas de estar escribiendo.
Te hacía caso a medias, apagaba la computadora y salía a fumarme un cigarrillo, pensando en todo lo que había escrito.
Compartimos tantos sueños juntos, tantas noches, un millón de charlas y alguno que otro silencio.
Me enseñaste el valor de escribir con pasión y respetando a nuestro sagrado idioma Castellano, de la cual eres una gran conocedora sin haber pasado por alguna aula universitaria.
Siempre estas inventándote, aprendiendo y soñando despierta. Tu tenacidad no descansa y sigues adquiriendo conocimientos, derribando barreras y sorteando obstáculos.
Me enseñaste a vivir vieja, a mirar más allá de la nariz y a luchar por lo que me gusta.
Me enseñaste a ser solidario y a amar con fidelidad desde el principio hasta final.
Cuando los sueños tardan en llegar, me voy corriendo por alguna calle de la ciudad, recordado tus palabras y esa última mirada que nos dimos hace casi tres años en un cálido aeropuerto antes de que las lágrimas aparecieran, en el preciso instante en que vi tu mano diciendo adiós, antes de abordar el avión que me llevaría a vivir una exquisita aventura.
Una lágrima hace el intento de aparecer y no la reprimo. Siempre cuando escribo siento tantas emociones, pero lo que estoy sintiendo ahora es un sentimiento completamente diferente, algo nuevo y sereno.
Te amo madre y no tiene que ser el día de las madres, para darte gracias por todo lo que has hecho por mí.

miércoles, 1 de junio de 2011

El regreso de Zelaya

Primero antes que nada debo dejar claro, que no soy un politólogo ni mucho menos un gran aficionado a las corrientes filosóficas de la política.
En lo único que creo es en el bienestar común de los pueblos, en el trabajo cooperativo, en la honestidad, en la diversidad sexual y en la igualdad de géneros.
Lo cierto es que he percibido que en Honduras ha nacido una especie de pugna ideológica; cosa que me ha sorprendido, ya que desde todos los tiempos Honduras ha sido un país sumiso y apegado a lo que han dictado el Partido Nacional y Liberal ( los dos predominantes en el país) y que han hundido al país en los fangos de la miseria y la corrupción.
Pero los hondureños somos unos animales políticos ( en el sentido poético de la palabra) y nos andamos muriendo por los candidatos en la campañas políticas, los idealizamos y en otros casos extremos se ha llegado hasta matar por defender el partido de nuestros amores.
Mientras los políticos se regocijan y agrandan tanto su ego, como sus abultados estómagos y desde luego sus bolsillos. En fin, esa ha sido la historia, no solo de Honduras, sino que la historia de Latinoamerica entera.
Desde el déspota golpe de Estado, Honduras ha ganado notoriedad y con el mismo hecho una división ideológica nació en el país; algo que permite la democracia y que incluso alimenta la misma democracia, pero en países como Honduras, donde el concepto de democracia en una total utopía, puede ser peligroso. Sólo me basta con leer comentarios en el facebook de amigos, personas que me gustaría creer que tienen respeto y educación, tratando a Zelaya de burro, de anticristo o como el mesías del mal. Eso incluye los comentarios que leo en los periódicos o las entrevistas a miembros de la "sociedad" y representantes de las diferentes iglesias ( que se han proliferado como el polvo por todo el país).
Ahora en Honduras todos son grandes conocedores de la constitución y defienden a capa y espada la misma.
Nunca he sido un seguidor de Zelaya, incluso reproché cuando se gastó miles de dólares al volar solo por diversión un avión de la fuerza aérea, tampoco estoy de acuerdo que se le hallan anulado todos los juicios para que regresara al país, pero cuando me pongo a pensar que él ha sido el único presidente que han querido juzgar (Porque lo del ex presidente Callejas con sus cartas de libertad fue un circo barato), cuando por todos es sabido que todos los ex presidentes tienen una infinita cola para pisar.
Se debería abrir un sumario contra todos, empezando por el gestor del golpe de estado, el "celebre" personaje que ha desaparecido mágicamente de todos los círculos del país y que barnizó su propio ataúd al atentar contra el estado de derecho, si, se trata del ex presidente del congreso Roberto Micheletti; que vio en el golpe de estado, la única manera posible de llegar al poder y engordar su ego y sus sueños de grandeza, ya que de otra manera nunca hubiera podido gobernar el país y eso duele; en un país donde la gente vota por cualquier caricatura que aparece de la nada.
Zelaya, tiene todo el derecho de vivir en Honduras o donde quiera ¿que nos creemos los hondureños? ¿nos creemos que somos el mejor país del mundo? o me remito al 70% de personas que viven en los escombros de la miseria o a maestros que escriben "arriva honduras" o a lideres religiosos que se hacen ricos con la necesidad de esperanza de la gente.
La constitución tiene que ser reformada, el pueblo tiene que decidir que es lo que quiere, pero se tiene que instruir al mismo, para que no siga votando a los mismos tristes personajes que han carcomido el país. Todo cambia, el que no cambia se muere, hay que quitarse el velo de los colores políticos y el patriotismo excesivo tiene que desaparecer, solo así los pueblos serán libres.
Que quede claro que no soy ni Liberal, Nacionalista, Zelayista o de Resistencia Popular; solo me interesa el bienestar común, el progreso,la diversidad y el respeto.
Creo que tanto el comunismo y el capitalismo son modelos que han fracasado, también creo que las ideas extremistas han ayudado a que los mismos fracasaran.
Ojala que todos tuviésemos una conciencia política o mejor dicho; un modelo alterativo de lucha.
Me llena de esperanza mirar al movimiento M-15 o Democracia Ya en España, protestando por un bienestar real y colectivo de una manera pacifica, aguantando los embates de la policía y las provocaciones de los "guardianes del orden".
En conclusión me disgustan los comentarios sin fundamentos, los embates contra la ortografía y el uso de un vocabulario bajo.
Nadie tiene el derecho de ofender a nadie con arengas o con sobrenombres despectivos. Existen maneras de expresar las ideas y de tener un dialogo basado en el respeto de las ideas.
Zelaya, si lo desea tiene todo el derecho de vivir donde quiera, todos los seres humanos tenemos el derecho ineludible de vivir donde queramos.
Me hierve la sangre esos patriotismos falsos, que ciegan y que acrecientan los prejuicios.

"En cuanto alguien comprende que obedecer leyes injustas es contrario a su dignidad de hombre, ninguna tiranía puede dominarle".
Mahatma Gandhi.