jueves, 30 de abril de 2009

 
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Los domingos en Tegucigalpa

Hace algunos meses atrás se me vino la idea de escribir acerca de los domingos en Tegucigalpa.
La idea se quedó solo en idea por un buen tiempo y esta tarde me permitiré darle vida; sin importar que no sea domingo, el día es lo de menos, aunque a varios lectores les hubiera gustado que escribiera sobre los viernes o los sábados en Tegucigalpa. Tal vez hubieran preferido que escribiera sobre la vida nocturna en los principales días del fin de semana (viernes y sábado), quizás por que la mayoría de las personas toman el domingo como la antesala del lunes; el día más odiado de la semana y lo dedican para reposar o para reparar el cuerpo de las nochecitas del viernes y el sábado. Aunque conozco a varios quienes piensan que todos los días son buenos para parrandear y llevan la teoría a la praxis al pie de la letra.
Amaba los domingos en Tegucigalpa, las calles descansaban del feroz tráfico y de la contaminación que emiten buses, camiones, taxis y de esa contaminación que esta tan implícita en nuestras desesperanzas; la contaminación auditiva que dan como un bono los pitos, arrancones, frenazos, música a todo volumen y un millón de improperios a causa del horror que resulta conducirse por una ciudad maltrecha y mal parida.
Varios domingos caminé desde Tiloarque, crucé el bulevar de las Fuerzas Armadas, pasaba la Colonia Villa Española, El Alamo, hasta que caía al barrio La Granga y cogía todo el bulevar Comunidad Económica Europea, hasta llegar al barrio la Bolsa, después a las canchas del Obelisco y por fin me guiaba por la Calle Real que me llevaba al centro de la Ciudad. Ese recorrido me tomaba alguna hora y generalemnte lo emprendía como la una de la tarde, retaba al beligerante sol y algunas veces a los nubarrones que se dibujaban sobre el cielo febril de Tegucigalpa.
Las calles de la ciudad discernían sustancialmente de los demás días de la semana. Incluso en los domingos las cifras delictivas o los hechos macabros se reducían cuantiosamente, parece que ni los ladrones, secuestradores o los mismos policías delinquían o delinquían en menor escala mejor dicho, también era su día de descanso.
La Plaza Central cambiaba su imagén por completo y se pintaba con un mosaico de colores. Me encantaba mirar las empleadas domesticas; en su mayoría mujeres campesinas llegadas a la ¨gran ciudad capital¨ buscando una mejor calidad de vida, pero que a la larga lo único que encontraron fue una misería mas grande que la que tenían en sus aldeas, así que no quedó mas remedio que encerrarse en casas de familias de la escaza clase media, ya casi extinguida y que luchan por sobrevivir. Por lo menos tenían los tiempos de comida, a cambio otorgaron su libertad y el derecho sobre sus propias vidas.
Payasos, equilibristas, magos, pastores evangelicos; todos buscaban acaparar la atención de todos por igual, valga el juego de palabras y agenciarse algo de dinero, para mitigar un tanto la desagradable pobreza.
Me gustaba tomar una cerveza en el Duncan Maya y esperar la boquita que siempre venia, me gustaba almorzar una sopa marinera en la terraza de Don Pepe o una torta de jamón y queso, acompañada de una Canada Dry en Taco Mexi.
Y que decir del Estadio Nacional y sus famosas carnes asadas en el Lempira Reina.
En otra ocasión voy a profundizar en las aventuras de los partidos de futbol, ahora solo tengo presente el olor a carne asada y a frijoles fritos y del triste camino que emprendía de regreso, a través del mirador del Prado, cuando las luces de neón de la ciudad brillaban opacamente. A todo esto eran cerca de las ocho de la noche, otro domingo estaba a punto de morir y la cruda realidad del lunes por llegar.

viernes, 3 de abril de 2009

La casa presidencial de Honduras: El teatro de los sueños de Mel

La casa presidencial de Honduras, se ha convertido durante los últimos tres años en la guarida de don Manuel Zelaya, mas conocido como Mel o el presidente pueblerino, que gobierna los destinos de mas de siete millones de hondureños.
En la casa presidencial es donde Mel, empieza el proceso conceptivo de sus sueños de adolescente, tal parece que nunca superó la época de su pubertad y se ha quedado estancado en dicha etapa.
Decidí completar el titulo de esta columna; utilizando la leyenda ¨El Teatro de los Sueños¨ como se le conoce al mítico estadio de Old Trafford, casa del Manchester United y donde el equipo Inglés hace realidad sus sueños deportivos.
La casa de gobierno de Honduras, sirve para que el señor presidente de los hondureños organize sus ideas y cristalize diafanamente sus sueños.
Pues, parece que el señor presidente ha montado una obra de teatro de mala calidad, que lleva ya tres años en escena y que a pesar del repudio de los espectadores, sigue empecinado con llevar a todos los rincones su puesta de escena.
De su Teatro de los Sueños (La casa presidencial)Salió la orden a la Fuerza Aérea del país, para que el piloto mas experimentado de Honduras acompañara el presidente en un vuelo de mas de una hora en un jet f-5 de la fuerza aérea hondureña.
Ese vuelo le costó al pueblo hondureño cinco mil dolares ( Gastos de gasolina, mantemiento del avión y otros gastos)El presidente fue co-piloto del f-5 e incluso se atrevió a realizar unas piruetas en el aire, cuando regresó a tierra; A la base aérea de Palmerola, fue recibido por miembros de la fuerza aérea del país, periodistas y miembros de su gabinete de gobierno. Al bajarse del avión, alguien de su cuerpo de seguridad, mientras bajaba la escalerilla del avión le acercó su inmortal sombrero y acto seguido, cuando ya se encontraba en tierra, fue mojado por una manguera, cumpliendo un ritual para la persona que realiza el primer vuelo. Debido a la presión del agua, el sombrero salio volando, en fin creo que Mel, se sintio como Maverick, el intrepido piloto de la pelicula Top Gun y luego declaró a los medios de comunicación que siempre habia soñado con volar un jet de combate...
La semana pasada, revisando las noticias en la pagina web de El Heraldo, vi la noticia que el presidente se habia sumergido en las aguas del mar Caribe, en los Cayos Cochinos, cerca a la ciudad de La Ceiba, había buceado y estaba maravillado de la belleza marina, de los arrecifes coralinos del Caribe hondureño.
La obra sigue con la puesta en escena y se podía ver a Mel a secas como le gusta que lo llamen, enfundado en un traje de buso, a través del cual se dibujaba un abultado abdomen y desde luego, su inmortal sombrero en la cabeza y su frondoso bigote mojado por las aguas del océano Atlántico. Al igual que su vuelo abordo del f-5 un mar de comunicadores y de miembros de su gabinete se reunían detrás de la sombre de Mel.
Lo que me parece mas ridículo de todo este circo Romano, es que cuando le preguntaron si era otro de sus sueños de adolescente, contestó que si, pero que también era parte de una publicidad de parte del ministerio de turismo para dar a conocer las bellezas del país, a mi me parece que no hubiese sido mejor, hacer un vídeo con los diferentes mosaicos de colores que tenemos en el país, la raza Misquita, los Lencas y los colores de las aguas cristalinas del mar Caribe o las milenarias Ruinas de Copán.
Pienso que visualmente llama mas la atención que Mel, con todo respeto creo que cualquier cosa llama mas la atención visual que Mel.
Para no aburrir y creánme que pudiera seguir con mas ejemplos, esta semana Mel, casi atropella a un miembro de su gabinete al subirse a un camión y manejar temerariamente el camión y luego entre una sonora carcagada dijo que siempre había soñado con ser un camionero.
El día que Mel dedicó para cumplir su sueño de conocer las profundidades marinas, ocurrieron diez muertes violentas en la capital, un secuestro y los maestros anunciaban otro paro para después de semana santa.
Me alegra que le quede menos de un año en su teatro de los sueños, al menos eso espero, porque espero que su sueño mas grande de ser reelecto no se cumpla nunca.

jueves, 2 de abril de 2009

Vendo mis sueños

La tasa de papel de arroz,
se deshizo cuando el agua fría cayó sobre ella,
Los cristales de la ventana rechinaron ante las
exclamaciones que el viento arrojaba,
huraño, determinante; quizás intocable.
Puse un cartel en la misma ventana,
anunciando que vendía sueños al dos por uno,
a un módico precio.
Desde ese día estoy sentado en la misma silla,
esperando que alguien llegué a comprar un sueño.
Mientras espero,observó a mi alrededor y todo es un
conjunto vacío, una ecuación inexacta de objetos vacuos,
pueriles, que no existen, que solo viven en lo subreal.
Me temo que permaneceré por mas tiempo, esperando sentado
en la misma silla.
Nadie muestra interés en comprar sueños,
que nunca han existido, que siempre han carecido
de todo sentido.