viernes, 2 de octubre de 2009

Esas pequeñas cosas que se extrañan

Se extraña la libertad que me daban tus pechos,
Se extraña la locura desmedida,
Se extraña la saliva, las caricias rotas y las notas
Que salían de nuestras bocas.
Se extraña el embrujo que nos arropaba, la tibiez de tu vientre,
Los espejos sombríos que nos reflejaban en la intemperie del amanecer.
Se extraña la noche, las olas del mar,
Las indecisiones que nunca llegaron a decisiones.
Se extraña tu almohada, el candor de tus labios, el roció que
Desprendía tu pelo y el elixir que tomaba directamente de tus besos.
Pero sobre todas las cosas, extraño tu silencio, extraño la paz que
Luego se convertía en guerra, extraño las sombras tras la ventana,
Extraño la aurora que te rodeaba y el amor que nos ataba.